En el marco de la Semana Cultural del Patrimonio, realizamos el Foro "Gestión Ambiental del Patrimonio", en el que se logró reflexionar y pensar en:
- La ruralidad requiere desarrollo integral, pero no un desarrollo pensado, como el derecho a la ciudad, ya que la vida rural tiene un contexto único, del que todos y todas dependemos.
- ¿Qué haríamos sin la experiencia de los campesinos para cultivar la tierra? Sin la herencia del conocimiento sobre el ambiente, ¿seríamos capaces de cosechar alimentos?, ¿de construir nuestras propias herramientas, artefactos y viviendas? Tendíamos que comenzar de cero.
- La ruralidad requiere desarrollo integral, pero no un desarrollo pensado, como el derecho a la ciudad, ya que la vida rural tiene un contexto único, del que todos y todas dependemos.
- ¿Qué haríamos sin la experiencia de los campesinos para cultivar la tierra? Sin la herencia del conocimiento sobre el ambiente, ¿seríamos capaces de cosechar alimentos?, ¿de construir nuestras propias herramientas, artefactos y viviendas? Tendíamos que comenzar de cero.
- Para cultivar se necesita un amplio conocimiento sobre la reproducción de la plantas, la selección de las semillas, los ciclos de la luna, la calidad del suelo, la cantidad de agua necesaria para el riego, en fin. Las personas que han habitado nuestros campos son las portadoras de ese saber ancestral sin ellas, no tendríamos alimentos en las ciudades, ni plantas medicinales; por esto y por muchas otras razones deben ocupar un lugar importante en nuestra sociedad.
- Con el conocimiento de la naturaleza y sus recursos, y por medio de habilidades y procesos artesanales, podemos elaborar sombreros, ruanas, canastos, vasijas, muebles, adornos, juguetes, puentes, viviendas, instrumentos musicales, y muchos otros artefactos, construcciones y ornamentos que tienen utilidad y significado en nuestra vida cotidiana. Algunos de ellos nos identifican como comunidad heredera de esas técnicas, oficios y destrezas.
- Con el conocimiento de la naturaleza y sus recursos, y por medio de habilidades y procesos artesanales, podemos elaborar sombreros, ruanas, canastos, vasijas, muebles, adornos, juguetes, puentes, viviendas, instrumentos musicales, y muchos otros artefactos, construcciones y ornamentos que tienen utilidad y significado en nuestra vida cotidiana. Algunos de ellos nos identifican como comunidad heredera de esas técnicas, oficios y destrezas.
- El programa vigías del patrimonio es una estrategia de participación que busca integrar, bajo el esquema de voluntariado, a todos los ciudadanos interesados en trabajar a favor del patrimonio cultural. Esta labor se ve reflejada en diversas experiencias de grupos organizados que han dedicado parte de su tiempo a recuperar, difundir y mantener vivas nuestras raíces, y, de paso, a reconocer nuestra historia. Los grupos de Vigías del Patrimonio pueden diseñar y desarrollar propuestas y planes de trabajo referentes a la protección, salvaguardia y difusión del patrimonio cultural.
- Se requiere en San Cristóbal que las Instituciones Educativas formulen su PRAES, como estrategia y medio para que las y los jovenes adquieran un sentido de pertenencia por la cultura ambiental del corregimiento.
- El grupo Vigías del Patrimonio y la Mesa Ambiental, ambos del corregimiento de San Cristóbal, requieren de mayor participación e integración de nuevos individuos que aporten y fortalezcan su que-hacer.
- Lo importante del patrimonio, tanto material como inmaterial es reconocerlo, valorarlo y difundirlo, para que siga siendo parte de las comunidades y no muera en el tiempo.
Agradecemos a las Instituciones Educativas, a la Corporación GAIA, al programa Vigias del Patrimonio de la Secretaría de Cultura Ciudadana, al grupo Vigias del Patrimonio de San Cristóbal, a la Mesa Ambiental del Corregimiento por acompañarnos y facilitar la realización del Foro.
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